El casco Tango ha sido diseñado para responder a las necesidades reales de los operarios que trabajan en condiciones complejas: contacto con equipos eléctricos, riesgo de caída de objetos, salpicaduras de metal fundido o exposición prolongada a temperaturas extremas. Una realidad diaria en sectores como la industria pesada, metalúrgica, construcción, mantenimiento eléctrico o petroquímica.
Un casco diseñado para los desafíos de la industria moderna
Uno de los puntos fuertes del Tango es su capacidad de aislamiento eléctrico hasta 7500 V en corriente alterna, lo que lo convierte en un aliado clave para tareas en proximidad a instalaciones eléctricas de baja tensión. Esta característica lo distingue frente a muchos cascos del mercado, cuyo diseño no contempla entornos energizados.
Está certificado bajo las normas europeas EN 397:2012+A1:2012 y EN 50365:2023, lo que garantiza la conformidad con los requisitos obligatorios de protección frente a impactos y opcionales como salpicaduras de metal fundido (MM) y deformación lateral (LD).
Estas condiciones no solo aseguran la resistencia del casco frente a caídas de objetos, sino que también lo hacen adecuado para procesos industriales con riesgo térmico o mecánico extremo.
Ergonomía profesional para jornadas completas
La innovación del casco TANGO no se limita a la protección física. Su diseño ergonómico ha sido concebido para facilitar el uso continuado durante toda la jornada laboral, reduciendo la incomodidad, la presión craneal y el abandono del equipo por molestias.
Entre sus características clave destacan:
- Arnés textil de seis puntos, fabricado combinando una banda de cabeza en polietileno lineal y unas tiras de poliéster de 15 mm de ancho.
- Sistema de ajuste mediante rueda dentada flexible, que permite ajustar el rango de sujeción sin necesidad de retirar el casco.
- Banda antisudor textil en la zona frontal para mejorar la transpiración.
- Barboquejo de 4 puntos opcional que refuerza la sujeción sin comprometer la comodidad del usuario.
- Rango de talla de 54 a 61 cm y peso optimizado de solo 0,383 kg, pensado para minimizar la fatiga.
“Este enfoque pone al usuario en el centro, entendiendo que la mejor protección es la que se usa sin que interfiera en el rendimiento laboral”, señalan desde la empresa.