El Euríbor, principal índice de referencia para las hipotecas variables en España, cerró el mes de abril con una media del 2,148%, situándose en el 2,049% en su última jornada, el nivel más bajo registrado desde agosto de 2022. Con la excepción del repunte puntual de enero, 2,53%, el índice ha mantenido un descenso gradual en los últimos meses, con caídas mensuales de entre 0,1 y 0,2 puntos.
Para Ricardo Gulias, CEO de RN Tu Solución Hipotecaria, nos encontramos muy cerca de romper la barrera psicológica del 2%. “Es probable que el Euríbor se mantenga en torno al 2% durante mayo, e incluso que se sitúe por debajo de ese umbral en su media diaria”, señala, anticipando que el índice marcará los mínimos anuales en las próximas semanas.
Expectativas positivas de cara al verano
El comportamiento descendente del Euríbor comenzó en junio de 2024, tras la primera reducción de tipos de interés del Banco Central Europeo, BCE, en ocho años. Desde entonces, el índice ha caído 1,56 puntos en tasa interanual, el mayor descenso desde 2009.
Con la próxima reunión del BCE prevista para junio, se espera que continúe la senda de recortes. Según Gulias, durante los meses de verano el Euríbor podría situarse en niveles próximos al 1,7% o incluso al 1,6%, siempre que no se produzcan alteraciones inesperadas en el entorno económico. “Todo dependerá del alcance de las medidas que apruebe el BCE en junio. Si los recortes son agresivos, podríamos acercarnos al 1,5%”, afirma.
Autonomía del BCE frente a la política monetaria internacional
A pesar de las tensiones geopolíticas y los efectos derivados de las políticas arancelarias de EE. UU., el BCE ha mantenido una línea autónoma respecto a la Reserva Federal estadounidense, que ha optado por subidas de tipos. “El BCE está actuando con independencia, algo que no era habitual en ciclos anteriores”, subraya Gulias.
Desde RN Tu Solución Hipotecaria se prevé que el Euríbor mantenga su actual trayectoria descendente, aunque sin caídas abruptas. “Descartamos repuntes puntuales. El índice seguirá bajando de forma moderada, salvo que factores como la inflación o el desempleo introduzcan nuevas variables”, concluye Gulias. La necesidad de estímulos para la economía europea continúa siendo, en su opinión, el principal motor de esta evolución.
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