La industria siderúrgica española registró en 2024 una ligera mejora en su producción, aunque continúa condicionada por un entorno internacional desfavorable y por costes energéticos estructuralmente elevados. Así lo reflejan los datos anuales difundidos por la Unión de Empresas Siderúrgicas, Unesid, que subrayan la persistente inestabilidad del mercado desde la pandemia y la creciente presión de las importaciones extracomunitarias, que limitan la competitividad del sector nacional.
Producción y consumo en aumento, pero lejos de niveles prepandemia
Durante el pasado año, la producción nacional de acero aumentó un 3,7%, alcanzando los 11,9 millones de toneladas, mientras que las entregas totales crecieron un 4,3%, hasta los 12,1 millones de toneladas. No obstante, la actividad industrial continúa por debajo de los niveles de 2019, debido principalmente al incremento de las importaciones de terceros países, que crecieron un 20,4% y representan ya más de un tercio del consumo nacional.
El consumo aparente de productos siderúrgicos cerró el ejercicio con 13,5 millones de toneladas, un 6,5% más que en 2023. Este repunte se explica, en gran medida, por la fuerte entrada de productos planos, +9,5%, frente a un crecimiento más moderado de los productos largos, +3,7%. Las importaciones alcanzaron su cifra más alta desde 2007.
Exportaciones estables y déficit comercial creciente
Las exportaciones se mantuvieron estables en torno a los 7,7 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 1,0% respecto al año anterior, tras dos años consecutivos de caída. Las ventas a la UE representaron 5,5 millones de toneladas, +0,7%; mientras que las dirigidas a mercados extracomunitarios alcanzaron los 2,2 millones, +1,5%. A pesar de esta estabilización, los niveles siguen siendo bajos en comparación histórica.
Por el contrario, las importaciones totales aumentaron un 3%, hasta los 10,4 millones de toneladas, lo que ha generado un déficit comercial de 1.256 millones de euros, equivalente a cerca de 3 millones de toneladas netas importadas, intensificando la presión sobre la industria local.
Liderazgo en reciclaje y compromiso con la economía circular
Uno de los indicadores más positivos del año ha sido el aumento del uso de chatarra reciclada, que creció un 1,4%, alcanzando los 9,4 millones de toneladas. Actualmente, ocho de cada diez toneladas de acero en España se fabrican a partir de material reciclado, lo que posiciona al sector como referente europeo en economía circular.
Incertidumbre internacional y necesidad de políticas industriales
A pesar de la mejora parcial de los indicadores, Unesir alerta de que el entorno internacional continúa siendo complejo, con factores como la debilidad de la demanda en China, la inestabilidad geopolítica, la incertidumbre sobre las políticas arancelarias de EE. UU. y la ralentización de la globalización afectando a la previsibilidad del mercado.
“La industria ha mostrado capacidad de resistencia y compromiso con la economía circular, pero no puede afrontar por sí sola los efectos de la competencia desleal ni unos costes energéticos desproporcionados”, declaró Carola Hermoso, directora general de Unesid. “Es urgente una política industrial europea sólida, con medidas que garanticen condiciones de competencia justas”, concluyó.
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