< Volver

De forma tradicional, los edificios se conciben como estructuras estáticas, es decir, se construyen con el firme propósito de durar, pero no para cumplir con la necesidad fundamental de la adaptación.

Afortunadamente, esta tendencia ha cambiado gracias, en buena medida, al uso de la tecnología actual. Innovaciones que entran decididas en el entorno constructivo, y no solo para facilitar el día a día. Convertir un edificio en inteligente comienza a marcar radicalmente la diferencia entre un inmueble que envejece y otro que actualiza su valor con cada día que pasa.

Es, en este sentido y contexto, donde el concepto de smart building gana terreno e importancia de forma decisiva. Cabe decir que los edificios inteligentes no se limitan a la colocación y uso de luces automáticas o cámaras conectadas únicamente. Se trata de estructuras que consiguen aprender de sus usuarios y propietarios, que ajustan su consumo energético según el uso real, que anticipan fallos antes de que ocurran.

Edificios que entienden lo que ocurre dentro y actúan en consecuencia. Esta inteligencia, por tanto, logra mejorar la experiencia de quienes los habitan, traduciéndose en un aumento real del valor del activo. Dicha revalorización también se debe al lograr un ahorro en cuanto a costes de suministros, como hasta un 30% de ahorro en la factura de energía.

Tecnología que suma valor, no solo comodidad

Quienes invierten en inmuebles lo saben: un edificio que genera ahorro y bienestar tiene más posibilidades de ser alquilado, vendido o financiado. Un espacio donde el sistema de climatización se adapta automáticamente al clima exterior, o donde las zonas comunes se gestionan desde una app, no es solo moderno. Es más eficiente, más seguro y más atractivo. Y en un mercado cada vez más competitivo, eso se transforma en una diferencia sustancial. De hecho, según el UK Green Building Council (UKGBC) un edificio más sostenible tiene un 26% más de valor en el mercado que un edificio convencional.

Además, esta transformación no siempre implica reformas complejas. En muchos casos, es posible introducir mejoras por fases: empezando con sensores de consumo, control de accesos o iluminación inteligente, y avanzando progresivamente hacia soluciones más integradas. El retorno no tarda en llegar: menores gastos operativos, menos mantenimiento, y una imagen más moderna y responsable del edificio.

Tampoco hay que olvidar el valor intangible. Los smart buildings ofrecen una experiencia de uso muy superior. Desde notificaciones sobre el estado de los ascensores hasta espacios que se adaptan a las rutinas diarias, la comodidad se convierte en un argumento de peso a la hora de cerrar un contrato de alquiler o justificar una subida en la tasación.

Invertir en presente para asegurar el futuro

Otra ventaja relevante es que estos edificios están mejor posicionados para obtener certificaciones de sostenibilidad. Y eso trasciende y va mucho más allá del puro marketing: cada vez son más las empresas que buscan sedes con sellos como BREEAM o LEED, tanto por imagen como por ahorro. Y es que, incorporar tecnología puede ser el empujón necesario para lograrlo.

Por último, hay un elemento que no siempre se menciona, pero que importa: la percepción social. En empresas como Alfred Smart son conscientes de ello, y por eso trabajan en ofrecer soluciones smart de todo tipo. Un edificio actualizado, que ahorra energía, que cuida de sus usuarios y que se adapta al paso del tiempo, transmite un mensaje claro: aquí se piensa en el futuro. En un mundo que avanza tan rápido, eso no tiene precio.

Si te ha parecido interesante, puedes suscribirte a nuestros newsletters

Noticias relacionadas

comments powered by Disqus

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de sus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas o videos vistos). Puedes obtener más información y configurar sus preferencias.

Configurar cookies

Por favor, activa las que quieras aceptar y desactiva de las siguientes las que quieras rechazar. Puedes activar/desactivar todas a la vez clicando en Aceptar/Rechazar todas las cookies.

Aceptar/rechazar todas
Cookies Analíticas

Cookies que guardan información no personal para registrar información estadística sobre las visitas realizadas a la web.

Cookies de Marketing

Cookies necesarias para determinadas acciones de marketing, incluyendo visualización de vídeos provenientes de plataformas como Youtube, Vimeo, etc. y publicidad de terceros.

Cookies de Redes Sociales

Cookies relacionadas con mostrar información provenientes de redes sociales o para compartir contenidos de la web en redes sociales.