En el sector de la construcción, la impermeabilización es un elemento clave para garantizar la durabilidad y funcionalidad de cualquier edificación. Durante años, las láminas tradicionales han sido la solución más extendida. Sin embargo, el mercado europeo está registrando un cambio progresivo hacia los sistemas líquidos de impermeabilización, con crecimientos sostenidos de dos dígitos anuales.
Según datos de Verified Market Reports, se estima que este mercado alcanzará los 7.200 millones de dólares antes de 2034, frente a los 4.500 millones registrados en 2024. Este crecimiento responde a una mayor demanda de soluciones eficientes, sostenibles y de fácil aplicación, en un contexto marcado por la escasez de mano de obra cualificada.
Ventajas técnicas de las membranas líquidas
Las membranas líquidas presentan múltiples ventajas frente a los sistemas convencionales: se aplican de forma continua y sin juntas, reduciendo así los puntos críticos por los que puede fallar la impermeabilización. Son especialmente eficaces en zonas complejas —como encuentros, esquinas o elementos de detalle— y su compatibilidad con distintos soportes permite, en muchos casos, evitar la retirada de sistemas antiguos, reduciendo residuos y costes.
Su aplicación en capas delgadas no sobrecarga la estructura, lo que las hace idóneas para proyectos de rehabilitación. Además, minimizan los tiempos de ejecución y optimizan el rendimiento global en obra.
Un ejemplo representativo es el sistema Ultraflex, desarrollado por Eagle Waterproofing, que cuenta con una vida útil certificada superior a 25 años por organismos como el British Board of Agreement, BBA, y la Evaluación Técnica Europea, ETE. Está aprobado por el Nhbc y puede utilizarse incluso en cubiertas ajardinadas. Entre sus características, destaca la eliminación de imprimaciones, la posibilidad de aplicar capas sin tiempos de espera y su resistencia inmediata a la lluvia tras la aplicación.
Limitaciones de las soluciones tradicionales
Frente a ello, los sistemas de impermeabilización con láminas presentan diversas limitaciones. Su instalación requiere personal altamente cualificado y la ejecución es más lenta y sensible a errores. Además, muchas soluciones no son transitables o necesitan capas adicionales de protección, lo que incrementa el coste y la complejidad del proyecto. En algunos casos, se requiere la instalación en doble capa, lo que implica mayor consumo de materiales, peso estructural y generación de residuos.
Nuevos desarrollos técnicos desde Eagle Group
En este contexto, Eagle Waterproofing Ibérica, filial de Eagle Group, ha centrado su actividad en el desarrollo de sistemas líquidos de alta eficiencia, como Ultradry, una solución diseñada como barrera de vapor (Sd = 61), capaz de bloquear hasta 10 bares de presión de agua negativa y absorber hasta un 98% de humedad residual del soporte. Se aplica en una sola capa de 500 g/m², y está especialmente recomendada para plantas bajas, sótanos, fosos de ascensor y otras estructuras en contacto directo con el terreno.
Estos sistemas están pensados para integrarse como parte de soluciones continuas en pavimentos técnicos o como base en proyectos donde se requiere control riguroso de la humedad.
"Hoy, más que nunca, el mercado necesita soluciones que no solo respondan a exigencias técnicas, sino que también simplifiquen el proceso constructivo y minimicen los riesgos de ejecución", señala Gemma Mogas, socia y directora general de Eagle Waterproofing Ibérica.
Hacia un modelo constructivo más eficiente y sostenible
La evolución hacia sistemas líquidos de impermeabilización refleja una transformación estructural en el sector, en la que el desempeño técnico, la eficiencia en obra y la reducción del impacto ambiental son factores decisivos. Frente a los sistemas tradicionales, las nuevas soluciones líquidas abren paso a una forma de construir más ágil, profesional y adaptada a los retos actuales del sector.
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