El mercado inmobiliario español podría estar iniciando una fase de ajuste tras encadenar once meses consecutivos de crecimiento interanual en la compraventa de viviendas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En mayo de 2025, se registró el mejor dato para ese mes desde 2007, lo que sugiere una fuerte demanda acumulada. Sin embargo, desde el sector se advierten señales de desaceleración.
Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres y miembro del comité de dirección de Fincas Blanco, señala que desde junio se ha detectado una menor presión de la demanda. “Nuestros registros muestran una caída en la entrada de compradores. En junio, el incremento fue del 11,54% frente al 59,17% interanual que observamos durante el primer trimestre”, explica Blanco. Esta ralentización coincide con un mayor volumen de oferta disponible, lo que estaría conduciendo hacia un escenario de equilibrio entre oferta y demanda.
En el primer semestre del año, las solicitudes de compradores crecieron un 73% en comparación con el mismo periodo de 2024, y era suficiente captar 2,5 inmuebles por operación cerrada. No obstante, esta dinámica ha empezado a moderarse desde junio.
Tensión de precios y capacidad de pago limitada
De consolidarse esta tendencia, podría producirse un freno en la escalada de los precios de la vivienda, que hasta ahora han seguido una trayectoria al alza. Según el INE, el precio medio de la vivienda libre subió un 12,2% interanual en el primer trimestre de 2025. Tanto la vivienda nueva como la de segunda mano reflejaron crecimientos similares, del 12,2% y 12,3% respectivamente. En términos trimestrales, el aumento fue del 3,5%, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado el pasado 6 de junio.
“Es previsible que los precios se estabilicen o crezcan a un ritmo más moderado. Ya se ha alcanzado un nivel de tensión alto, y la capacidad económica de los compradores es limitada”, apunta Blanco, quien destaca que este ajuste puede contribuir a corregir el desfase existente entre el coste de la vivienda y el poder adquisitivo medio.
Compradores internacionales lideran las operaciones de mayor importe
El acceso a la vivienda continúa siendo un reto para los compradores nacionales, especialmente en un contexto marcado por la inflación acumulada y unas condiciones de financiación menos accesibles. Según Blanco, de no corregirse los precios, la demanda quedaría restringida prácticamente al cliente internacional.
En esta línea, los datos del Consejo General del Notariado revelan que, en 2024, los compradores internacionales no residentes pagaron una media de 3.063 euros por metro cuadrado, frente a los 1.713 euros abonados por los nacionales, lo que supone un 78,8% más. “Mientras los compradores nacionales enfrentan barreras económicas, el inversor internacional continuará protagonizando las operaciones de mayor importe”, concluye Blanco.