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Cuando queremos adquirir una vivienda es una de las decisiones más importantes que podemos hacer a lo largo de nuestra vida.

Por ello, la ilusión de estrenar un nuevo hogar no debe hacernos pasar por alto detalles clave que, a la larga, pueden convertirse en problemas graves.

Aspectos como la ubicación, la calidad de los acabados o la presencia de humedad por condensación deben ser detalles que debemos tener en cuenta y debemos revisar antes de firmar la compraventa.

Por eso, a continuación, vamos a repasar los puntos más relevantes que un comprador debe tener en cuenta para asegurarse de que su inversión sea segura y satisfactoria.

¡Vamos a ello!

Checklist antes de comprar una vivienda

1. Estado de la vivienda

Lo primero que debemos hacer es comprobar el estado general del inmueble. Para ello es importante observar el estado de las paredes, techos y suelos, prestando especial atención a grietas, manchas de humedad o desperfectos visibles.

También es importante verificar la carpintería de puertas y ventanas, ya que un mal aislamiento puede derivar en mayores gastos de climatización y en problemas de confort.

Si la vivienda es antigua, es fundamental evaluar la instalación eléctrica, la fontanería y el estado del sistema de calefacción o aire acondicionado. Estos elementos suelen tener un coste elevado de sustitución y pueden condicionar la habitabilidad inmediata del inmueble.

2. Documentación legal y administrativa

Antes de dar cualquier paso, hay que asegurarse de que la vivienda esté libre de cargas. Para ello, es imprescindible solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad, donde se reflejan hipotecas, embargos o servidumbres que pudieran afectar al comprador.

Además, se debe verificar que la vivienda cuenta con la cédula de habitabilidad y con el certificado de eficiencia energética, documentos obligatorios en cualquier compraventa.

También resulta útil preguntar si la comunidad de propietarios tiene deudas pendientes o derramas aprobadas, ya que estas obligaciones recaen en quien adquiere el inmueble.

3. Ubicación y entorno

La localización es uno de los factores determinantes del valor de una vivienda. En Valencia, barrios como El Carmen, Ruzafa o la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias son muy demandados, pero cada comprador debe analizar cuál se adapta mejor a su estilo de vida.

También es importante tener en cuenta aspectos como la cercanía al transporte público, la disponibilidad de servicios (supermercados, colegios, centros de salud) y la calidad del entorno.

El ruido, el tráfico o la falta de zonas verdes son factores que pueden afectar al día a día y que no siempre se aprecian en una visita rápida.

4. Inspección técnica

Aunque no es obligatorio, contar con un arquitecto o técnico que realice una inspección de la vivienda puede evitar sorpresas desagradables. Este profesional puede detectar problemas estructurales, deficiencias en la ventilación o la existencia de humedades ocultas que a simple vista pasan desapercibidas.

En el caso de edificios antiguos, además, es recomendable comprobar el estado de la fachada, la cubierta y los elementos comunes como el ascensor o las instalaciones generales.

Si la comunidad tiene pendiente una Inspección Técnica de Edificios (ITE), es conveniente informarse sobre las posibles obligaciones económicas que pueda generar.

5. Costes adicionales

El precio de venta no es el único gasto que hay que contemplar al adquirir una vivienda. En la Comunidad Valenciana, el comprador debe asumir impuestos como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el IVA en caso de obra nueva, así como los honorarios de notaría, registro y gestoría.

A esto hay que sumar el coste de una posible reforma, los gastos de mudanza y la adecuación de la vivienda a las necesidades del comprador. Realizar un presupuesto previo con todos estos conceptos ayuda a evitar tensiones económicas posteriores.

6. Perspectiva a largo plazo

Por otro lado, hay que pensar en la compra como una inversión a largo plazo. Una vivienda bien situada y en buen estado no solo ofrece mayor calidad de vida, sino que también aumenta su valor con los años y el paso del tiempo.

Por lo tanto, es importante no dejarse llevar por la emoción del momento, y tomar una decisión con criterio y paciencia.

Comprar una vivienda en Valencia exige prudencia y planificación. Por ello, contar con la ayuda de profesionales y no apresurarse en la decisión son claves para garantizar que la inversión sea segura, que la vivienda cumpla con nuestras expectativas y que el proceso de compra se desarrolle sin sorpresas desagradables. Tomarse el tiempo para revisar todos los aspectos mencionados permite disfrutar del nuevo hogar con tranquilidad y confianza.

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