La Comisión de Vivienda y Agenda Urbana ha acordado impulsar una revisión del Código Técnico de la Edificación (CTE), con el objetivo de reforzar los estándares de seguridad frente a incendios en los edificios.
La medida responde a las recomendaciones planteadas por el Observatorio de Nuevos Riesgos de Incendio (OBS) y pone el foco en dos aspectos clave:
- Revisión del Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI). Se busca equiparar las exigencias españolas a las de países europeos como Francia, Alemania, Reino Unido o los nórdicos, donde se aplican criterios más estrictos en edificios de gran altura, alta ocupación o altura media, tanto en obra nueva como en rehabilitación. Estos marcos normativos ya limitan o excluyen el uso de productos combustibles en fachadas y exigen materiales no combustibles en situaciones de mayor riesgo.
- Requisitos diferenciados en función del tipo de edificio. El OBS advierte de que la normativa actual permite la utilización de materiales combustibles en fachadas por encima de los 18 metros de altura, sin clasificar adecuadamente los edificios de alto riesgo ni establecer una reacción mínima al fuego. El nuevo enfoque propone que las exigencias varíen según factores como la altura, el uso, la complejidad de la evacuación o la accesibilidad para los equipos de emergencia.
Impacto en edificación y rehabilitación
La revisión normativa tendría implicaciones directas en sectores como la vivienda, los hospitales, los centros educativos y las residencias de mayores. La correcta elección de materiales de construcción puede ser determinante para reducir la propagación del fuego y garantizar tiempos de evacuación seguros.
Desde el sector se considera que la actualización del CTE permitiría alinear la práctica constructiva española con los estándares europeos, reforzando la seguridad de los usuarios y reduciendo la vulnerabilidad de los edificios en escenarios de incendio.