En el barrio madrileño de Chamartín, una vivienda familiar ha sido transformada mediante una reforma integral dirigida por el estudio de arquitectura interior Aurora Monasterio. La intervención redefine el espacio eliminando pasillos y articulando toda la distribución en torno a un volumen central lacado en azul, que funciona como núcleo de la casa.
Distribución sin pasillos y núcleo central
El proyecto partió de la demolición completa del interior existente, considerado obsoleto, para diseñar desde cero una nueva organización adaptada a las necesidades de sus habitantes. La llamada “caja azul” concentra en su interior un aseo, un baño y un lavadero, al tiempo que ordena el resto de estancias: hall, salón, comedor, cocina con office y dos habitaciones. Esta disposición genera una circulación fluida y continua, evitando la pérdida de superficie en pasillos.
Luz natural como recurso arquitectónico
La vivienda cuenta con orientación este y oeste, lo que asegura luz de mañana y de tarde en todas las estancias. La distribución aprovecha esta condición para potenciar la luminosidad cambiante a lo largo del día y reforzar la conexión visual con las áreas verdes del entorno.
Diseño a medida y materiales
El mobiliario diseñado específicamente para la vivienda optimiza el almacenamiento y define cada ambiente. Entre las piezas destacan un sofá de obra en el salón y mobiliario de cocina en tonos azules con esquinas redondeadas que suavizan la geometría. El frente de trabajo en espejo amplifica la luz natural y la sensación de amplitud.
En el comedor, una mesa con estructura metálica y sobre de madera se acompaña de sillas transparentes, mientras que el dormitorio principal recurre a un papel pintado con motivos de nubes en tonos neutros y listones de madera oscura que enmarcan la cama. El baño combina revestimientos blancos y madera clara con un pavimento cerámico azul y blanco que introduce contraste y continuidad cromática con el resto de la vivienda.
Un enfoque centrado en los habitantes
Según Aurora Monasterio, el proyecto ejemplifica la filosofía del estudio: crear viviendas funcionales y personalizadas, donde luz, color y materiales construyan un espacio coherente y confortable.