En este contexto, la construcción sostenible se vuelve cada vez más importante para mitigar el cambio climático y preservar los recursos naturales. Su objetivo principal es minimizar el impacto ambiental y mejorar la eficiencia a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio, desde el diseño y la construcción hasta la operación, el mantenimiento y la demolición. Para ello, promueve el uso de materiales y recursos respetuosos con el medio ambiente, la gestión responsable del agua y la energía, la adecuada gestión de los residuos y la integración de energías renovables, entre las que destacan la energía solar y la aerotermia.
El futuro de la construcción sostenible en España depende necesariamente de la integración de energías renovables en los proyectos. La instalación de paneles solares y sistemas de aerotermia permite reducir de manera significativa la huella de carbono, disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y mejorar la eficiencia energética. Además, estas tecnologías no solo minimizan el impacto ambiental, sino que también cumplen con las exigencias normativas vigentes.
De acuerdo con el Código Técnico de la Edificación (CTE) y sus actualizaciones normativas de 2025, todos los edificios de nueva construcción que superen los 1.000 m2 construidos deben incorporar sistemas de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, ya sea para autoconsumo o para su suministro a la red. En el caso de las viviendas unifamiliares y de los edificios residenciales, la normativa exige que una parte del consumo eléctrico se cubra mediante instalaciones fotovoltaicas, en una proporción que varía según el consumo previsto y la localización geográfica del inmueble.
A partir de 2026 entrará en vigor la Norma Solar Europea, que establecerá de forma progresiva la obligación de instalar paneles solares en todos los nuevos edificios públicos, comerciales y residenciales. Esta medida forma parte de la hoja de ruta hacia 2030, año en el que se espera que todos los edificios nuevos sean carbono neto cero.
Tipos de autoconsumo y documentación técnica
El autoconsumo energético permite a cualquier persona, empresa o comunidad generar y consumir su propia electricidad mediante la instalación de paneles solares fotovoltaicos en su hogar, local o comunidad. Para garantizar el máximo rendimiento y seguridad, es fundamental contar con una empresa especializada. Este es el caso de Lumisa Energías, que no solo realiza instalaciones de placas solares a medida, sino que también se ocupa de toda la gestión, de la legalización hasta la tramitación de subvenciones disponibles.
Existen distintos tipos de autoconsumo, que se pueden clasificar según el número de consumidores que participen en él (autoconsumo individual o colectivo) y según cómo se aproveche la energía que produce la instalación fotovoltaica y no se gasta (con o sin excedentes):
- Autoconsumo individual: una sola persona o empresa consume la energía generada por la
- instalación fotovoltaica.
- Autoconsumo colectivo: un grupo de consumidores comparten la producción de energía de una única instalación fotovoltaica.
- Autoconsumo con excedentes: la energía sobrante se vierte a la red eléctrica a cambio de una compensación económica.
- Autoconsumo sin excedentes: este tipo de instalaciones fotovoltaicas disponen de un sistema antivertido que impide que la energía sobrante se vierta a la red eléctrica.
En lo relativo a la documentación técnica, la normativa española establece que las instalaciones de autoconsumo con una potencia igual o inferior a 10 kWp solo requieren una memoria técnica de diseño para su legalización. En cambio, aquellas que superen dicha potencia deben presentar un proyecto completo.
Ventajas de integrar placas solares desde la fase de proyecto
Incorporar las placas solares desde la fase de proyecto del edificio aporta múltiples ventajas:
- Ahorro en costes energéticos.
- Aportación a la sostenibilidad.
- Aumento del valor inmobiliario.
- Cumplimiento de requisitos legales.
Ayudas y bonificaciones fiscales vigentes
En España, la instalación de placas solares puede beneficiarse de diferentes ayudas y bonificaciones fiscales que buscan fomentar el autoconsumo energético y la transición hacia un modelo más sostenible. Estas medidas incluyen:
- Deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): posibilidad de reducir entre un 20 % y un 60 % del coste de la inversión destinada a mejorar la eficiencia energética de la vivienda o edificio.
- Bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI): descuento temporal de hasta un 50 % en la cuota para aquellos inmuebles que instalen placas solares.
- Bonificaciones en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO): reducción de hasta un 95 % en este impuesto.
Además de las ayudas y bonificaciones fiscales, que varían en función de la comunidad autónoma, el municipio y los objetivos de eficiencia, la simplificación de trámites administrativos y los permisos municipales están impulsando la instalación de placas solares y sistemas de aerotermia en Girona, Madrid, Valencia, Sevilla y en otras ciudades de España. A pesar de ello, contar con un asesoramiento profesional durante todo el proceso sigue siendo fundamental para aprovechar al máximo estas oportunidades.