El mortero es un material esencial en la construcción, empleado para unir piezas de mampostería, revestir superficies y proporcionar estabilidad estructural.
Históricamente, se preparaba en obra, mezclando manualmente cemento, arena y agua en proporciones estimadas según la experiencia del operario. Sin embargo, el sector ha evolucionado hacia el uso de morteros industriales premezclados, fabricados bajo control de calidad en plantas especializadas que garantizan uniformidad y prestaciones constantes.
Control de calidad y homogeneidad
Morteros industriales:
Fabricados según normas de referencia como EN 998-2 (morteros de albañilería) y UNE-EN 13139 (áridos para morteros), incorporan áridos de granulometría controlada, dosificación precisa del ligante y aditivos específicos (plastificantes, aireantes, entre otros). Este proceso asegura homogeneidad, rendimiento estable y menor dispersión en obra.
Morteros preparados en obra:
Su calidad depende de variables poco controlables: la pureza y humedad de la arena, la precisión de las proporciones y la regularidad del mezclado. Esta variabilidad puede traducirse en diferencias significativas de resistencia mecánica y adherencia entre amasadas.
Prestaciones técnicas
- Resistencia mecánica: los morteros industriales presentan valores de compresión y flexión acordes a su clase normativa. En cambio, los morteros tradicionales pueden dar resultados inestables, desde resistencias insuficientes hasta excesivas por sobredosificación de cemento.
- Durabilidad: los aditivos mejoran la retención de agua, la trabajabilidad y la resistencia a ciclos hielo-deshielo. En obra, la falta de control puede provocar fisuración por retracción y menor cohesión interna.
- Compatibilidad con materiales: los morteros premezclados se formulan para optimizar la adherencia y evitar patologías en muros de fábrica y revestimientos cerámicos.
Logística y puesta en obra
Morteros industriales:
Se suministran en sacos o silos, listos para mezclarse únicamente con agua. Reducen los tiempos de preparación, el acopio de áridos y los riesgos de manipulación, además de simplificar la limpieza y gestión de residuos.
Morteros en obra:
Requieren almacenamiento de materiales, mezclado manual o mecánico y control individualizado de cada amasada. Aunque el coste directo pueda ser menor, aumentan los tiempos de ejecución y el riesgo de errores.
Costes y sostenibilidad
- Coste directo: los morteros elaborados en obra pueden resultar más económicos por el uso de arenas locales y cemento a granel.
- Coste global: al incluir mano de obra adicional, reprocesos o patologías derivadas, los morteros industriales suelen ser más rentables a medio y largo plazo.
- Sostenibilidad: los productos industriales permiten ajustar la dosificación de cemento, reducir emisiones de CO₂ y generar menos residuos en obra.
El debate entre morteros industriales y morteros preparados en obra debe abordarse según la naturaleza del proyecto y sus exigencias técnicas. En un sector orientado a la eficiencia, trazabilidad y sostenibilidad, los morteros premezclados se consolidan como la opción más segura, controlada y coherente con los estándares actuales de calidad en construcción.

 
                   
                   
                   
                   
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