El arquitecto japonés Tadao Ando escribió que “la luz cambia la materia y la materia cambia la luz”. Esa relación entre ambos elementos resume una idea central de la arquitectura contemporánea: los materiales no solo ocupan el espacio, lo transforman. La textura, la precisión y el detalle determinan cómo se percibe la luz y cómo se organiza el lugar.
Con ese enfoque, Argenta ha desarrollado Eterna, una nueva familia cerámica concebida como ejercicio de investigación material. El proyecto agrupa distintos mármoles de referencia internacional reinterpretados desde la cerámica técnica, con acabados pulido, mate, lapado o abujardado. El objetivo es ofrecer una gama capaz de reproducir la esencia del material natural y adaptarse a diferentes usos arquitectónicos.
Más que una serie, Eterna se concibe como una colección de colecciones, donde cada pieza explora la relación entre materia, proporción y luz. El desarrollo se centra en la precisión gráfica —alineación de vetas, continuidad entre piezas, uniformidad cromática— y en la capacidad de la cerámica para ampliar las aplicaciones constructivas del mármol manteniendo su carácter atemporal.
Flavia: continuidad y sobriedad matérica
En la referencia Flavia, el diseño reproduce un travertino reinterpretado en clave cerámica, con veteado vertical que actúa como ritmo estructural. En fachada, la superficie genera la sensación de un volumen tallado en piedra, donde la alineación de las juntas y la continuidad gráfica permiten una lectura coherente del conjunto arquitectónico.
El tono arena y la textura lineal aportan naturalidad y suavidad visual. Según la orientación, la luz produce sombras finas que acentúan la profundidad del plano. En interior, el acabado lapado ofrece un brillo leve que amplía la percepción del espacio, manteniendo la textura mineral y el equilibrio cromático característicos de la colección.
Nesta: el mármol como plano de luz
Nesta parte de una reinterpretación del mármol Calacatta, extendiendo su superficie desde el suelo hasta las paredes para crear una continuidad visual completa. Las vetas grises y doradas ordenan el espacio y aportan dinamismo controlado.
Los acabados —mate, pulido, silk (mate sedoso) y lapado— permiten ajustar la interacción con la luz en función del uso. En áreas con iluminación natural abundante, las piezas pulidas potencian la claridad del ambiente; en espacios más contenidos, los acabados mates equilibran la reflexión. Nesta propone una lectura técnica del mármol: la luz como elemento constructivo integrado en el diseño del revestimiento.
Raffaello: equilibrio visual y continuidad
La colección Raffaello se inspira en el mármol Avorio di Segesta, con tonos marfil y vetas doradas muy sutiles. Aplicada en pavimentos y paramentos, su textura uniforme favorece la integración con materiales como la madera o el hormigón, generando entornos cálidos y homogéneos.
La precisión gráfica evita repeticiones o contrastes excesivos, logrando una superficie visualmente continua. Por su comportamiento neutro y luminoso, Raffaello se plantea como la base equilibrante dentro del conjunto Eterna, idónea para proyectos que priorizan la serenidad espacial y la coherencia material.




