La impermeabilización de cubiertas es un punto crítico para la durabilidad de cualquier edificio. La exposición constante a lluvia, cambios de temperatura y radiación solar convierte estas superficies en zonas especialmente sensibles a filtraciones, degradación prematura y posibles daños estructurales.
Ante esta realidad, Isaval amplía su catálogo con Imperal, un nuevo sistema de impermeabilización pensado para aportar una protección eficiente, continua y duradera en cubiertas sometidas a condiciones climáticas adversas. El sistema permite impermeabilizar cubiertas transitables y no transitables, con cualquier pendiente, garantizando la estanqueidad y contribuyendo a prolongar la vida útil del edificio.
Desarrollado con un doble objetivo, Imperal busca simplificar el trabajo del aplicador y asegurar un alto rendimiento técnico a largo plazo. Su formulación facilita una aplicación sencilla y genera una membrana continua capaz de adaptarse a los movimientos del soporte sin fisurar. Gracias a su elevada elasticidad y resistencia, ofrece un comportamiento destacado frente a humedad permanente y agua estancada, choques térmicos y radiación solar/UV.
Componentes del sistema Imperal
- Imperal Primer Acqua: imprimación epoxi bicomponente para optimizar la adherencia al sustrato y el anclaje sobre distintos soportes.
- Imperal PU Membrana al disolvente: membrana de poliuretano de alta elasticidad que forma una película continua, sin juntas, con capacidad de puenteo de fisuras para evitar grietas.
- Imperal Resina PU alifática 2C: poliuretano alifático bicomponente de acabado, con alta resistencia UV y protección frente al envejecimiento prematuro.
- Imperal Antislip (opcional): aditivo antideslizante para mejorar la seguridad en cubiertas transitables, aumentando la resistencia al deslizamiento.
Una de las principales fortalezas de Imperal es su capacidad de crear una barrera continua y flexible, adaptándose a los movimientos del soporte y reduciendo los puntos débiles habituales en otros sistemas.
Antes de aplicar el sistema, es imprescindible una evaluación previa del estado de la cubierta para detectar fisuras, humedades o deficiencias del soporte. Una preparación correcta de la superficie resulta clave para garantizar la adherencia y maximizar el rendimiento a largo plazo. A partir de ahí, la aplicación debe seguir un proceso ordenado: imprimación, membrana impermeabilizante y acabado protector, asegurando la durabilidad del conjunto.




