El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, Cgate, ha valorado positivamente la moción aprobada recientemente por la Comisión de Función Pública del Senado, que insta al Gobierno a actualizar los criterios de acceso al subgrupo A1 de la Administración Pública para los Arquitectos Técnicos y otras titulaciones de Grado.
La propuesta, que ha contado con amplio respaldo parlamentario, supone un paso adelante en la revisión del sistema de clasificación profesional de los empleados públicos, una demanda histórica del sector que busca la igualdad de trato entre titulaciones equivalentes en el actual sistema universitario.
Una reivindicación basada en la adecuación normativa y académica
“Es el momento de superar un modelo que arrastra criterios del pasado y no se ajusta a la realidad académica ni profesional actual”, señala Alfredo Sanz, presidente del Cgate. “No pedimos privilegios, pedimos que se cumpla la ley y se reconozca el valor real de nuestras titulaciones”.
Desde la implantación del Plan Bolonia, los títulos de Grado universitario —incluidos los de Arquitectura Técnica— se equiparan en nivel académico a los antiguos títulos de licenciatura, ingeniería o arquitectura. Esta reforma eliminó la distinción entre diplomados e ingenieros o arquitectos técnicos, pero en la práctica la Administración sigue asignando a estos últimos el subgrupo A2, incluso cuando sus funciones requieren mayores competencias y responsabilidad.
El Ebep reconoce la titulación de Grado como válida para los grupos A1 y A2
El Estatuto Básico del Empleado Público, Ebep, en vigor desde 2007, establece en su artículo 76 que la titulación de Grado universitario es válida tanto para el subgrupo A1 como para el A2, y que el acceso debe basarse en la naturaleza de las funciones a desempeñar, no únicamente en la denominación del título. “Esto no se está aplicando correctamente”, advierte Sanz. “Se continúa utilizando una interpretación obsoleta que impide a muchos graduados optar a plazas del subgrupo A1, a pesar de estar sobradamente capacitados”.
Este desfase se evidencia en numerosas ofertas de empleo público, donde los puestos destinados a Arquitectos Técnicos aparecen sistemáticamente en el subgrupo A2, a pesar de implicar altos niveles de responsabilidad, especialización técnica y exigencia profesional.
Llamamiento a una reforma coherente con el sistema educativo actual
Desde el CGATE se insiste en que esta situación representa una discriminación injustificada que debe corregirse. “Un arquitecto técnico es un graduado universitario con acceso a máster y doctorado, y desempeña funciones clave en el ámbito de la edificación. No se entiende que siga vetado para acceder a determinados puestos de nivel A1”, afirma el presidente del Consejo.
“El acceso a la función pública debe regirse por los principios de igualdad, mérito y capacidad. Precisamente por eso es necesario actualizar el sistema de clasificación profesional. No se trata de otorgar ventajas arbitrarias, sino de adaptar la normativa al marco legal y académico vigente”, añade.
El Cgate hace un llamamiento al Gobierno y al Parlamento para que aprovechen la tramitación del Proyecto de Ley de la Función Pública de la Administración del Estado para introducir esta modificación. “El momento es ahora. Hay una oportunidad real de avanzar hacia una Administración moderna, justa y coherente con el sistema universitario. Desde el Consejo seguiremos trabajando y apoyando todas las iniciativas necesarias para lograrlo”, concluye Sanz.
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