El Observatorio Industrial de la Construcción (OIC), dependiente de la Fundación Laboral de la Construcción, ha publicado su informe anual sobre el sector correspondiente a 2024. El documento refleja un escenario general positivo en los principales indicadores de actividad, como la producción, el empleo y el número de empresas, consolidando a la construcción como un sector estratégico para la economía española. No obstante, también señala retos relevantes en materia de relevo generacional, acceso a la vivienda y adecuación normativa.
Según el informe, el número de personas afiliadas en el sector alcanzó los 1.409.887 trabajadores, lo que supone un crecimiento interanual del 1,9%. Dentro de este total, las afiliaciones al Régimen General superaron el millón, con un incremento del 2,2%, alcanzando así su nivel más alto desde 2010.
Una de las novedades del informe es la incorporación de datos de afiliación laboral desglosados según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-2009) a cuatro dígitos, lo que permite una caracterización más precisa del empleo y de la estructura productiva del sector.
En cuanto al tejido empresarial, el número de empresas del sector aumentó un 0,5%, alcanzando las 139.133 sociedades activas, lo que representa el 10,3% del total nacional y constituye el mayor registro de la última década.
Desde el punto de vista macroeconómico, la contribución del sector al Producto Interior Bruto (PIB), medida en términos de Valor Añadido Bruto (VAB), creció un 4,7%, representando un 5,3% del PIB nacional. Este dato implica una ligera contracción de 0,1 puntos porcentuales respecto a 2023.
En el ámbito de la inversión pública, el volumen de licitación acumulado en 2024 superó los 29.440 millones de euros, un 10% más que el año anterior, según datos de Seopan. Por tipo de administración, la Local concentra el 41,5% de la licitación, seguida de la Autonómica (29,5%) y la General (29%).
Presión por el aumento de costes
El informe advierte sobre el impacto sostenido del encarecimiento de los materiales de construcción, que en 2024 registran precios un 32% superiores a los de 2019. Algunos materiales, como el cobre, el cemento, los cerámicos y los bituminosos, superan incrementos del 40%. Ante esta situación, se reitera la necesidad de reformar la Ley de Contratos del Sector Público, dotándola de un mecanismo estable de revisión de precios que permita adaptar los contratos a los costes reales, especialmente en obras públicas.
Visados: aumento insuficiente frente a la demanda
El número de visados de obra para uso residencial alcanzó en 2024 las 154.357 unidades, un aumento del 14,9% respecto al año anterior. Crecieron tanto los visados de obra nueva (16,7%), como los de reforma (7,3%) y ampliación (5,2%). Sin embargo, el volumen total de intervenciones sobre edificaciones existentes representa el tercer peor registro de la última década, situándose solo por encima de 2023 y 2014.
A pesar de este crecimiento, el ritmo sigue siendo insuficiente. Las proyecciones oficiales estiman una necesidad anual de 246.000 nuevas viviendas hasta 2039. Actualmente, los visados de certificación de fin de obra alcanzan solo 97.837 unidades, lo que confirma un desequilibrio entre oferta y demanda habitacional.
Envejecimiento de la fuerza laboral y escasez de relevo
Uno de los desafíos estructurales del sector sigue siendo la falta de relevo generacional. En 2024, solo el 10,3% de los trabajadores tiene menos de 30 años, pese a un crecimiento del 21,2% interanual. En cambio, el grupo de mayores de 55 años representa ya el 21,9%, con un incremento del 14,6% respecto al año anterior. De forma especialmente preocupante, el número de trabajadores entre 65 y 69 años ha subido un 104,6%, hasta alcanzar los 17.100 profesionales.
A esto se suma la ralentización en el crecimiento de la población trabajadora de edad media, que experimenta un retroceso del 0,1%. Aunque el número de vacantes se redujo un 26,9% en 2024 (equivalente al 0,4% del total de asalariados), en términos históricos se ha producido un incremento acumulado del 89,6% en la última década.
El informe señala que los principales desajustes entre oferta y demanda laboral se concentran en las actividades de construcción de edificios y especializadas, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Las causas más frecuentes son la escasez de candidatos, la falta de experiencia y la insuficiente formación técnica.
Ante este contexto, el OIC subraya la necesidad de reforzar la formación continua y adaptar los itinerarios educativos mediante ciclos formativos más cortos y específicos, que favorezcan tanto la incorporación de nuevos trabajadores como la sostenibilidad de las carreras profesionales en el tiempo.
Expectativas puestas en el nuevo PERTE
El informe concluye destacando el papel que podría jugar el nuevo PERTE de industrialización de la vivienda, presentado por el Gobierno en abril de 2024. Este plan se concibe como una palanca para la innovación, la modernización del sector y el acceso a vivienda asequible, a la vez que contribuiría a reforzar la competitividad del sector de la construcción en los próximos años.
El Observatorio hace hincapié en la importancia de que la implementación del PERTE cuente con la participación activa de los agentes sociales del sector, por su conocimiento directo de las dinámicas laborales y productivas.
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