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La función de la cubierta en un edificio ha ido evolucionando con el tiempo hasta convertirse, no solo en un elemento de protección, sino también en una fuente de energía con la capacidad de ampliar el uso habitable del edificio y aumentar su valor inmobiliario.
Por eso es importante destacar que uno de los mayores avances que ofrece el panel Isodeck PVSteel es la opción de convertir la cubierta del edificio en un sistema de control térmico pasivo.
¿Cómo se consigue esto? Al emplear materiales de construcción claros y reflectantes, se reduce la absorción de radiación solar en la cubierta (que es la parte del edificio más expuesta), contribuyendo así a un mayor confort interior. Ejemplo de ello es el caso de la terminal de pasajeros del Puerto de Lisboa (Portugal), proyecto que combinó estos paneles con láminas de alta reflectancia para crear una cubierta Cool Roof (enfriamiento pasivo).
En este caso se consiguió mantener las temperaturas más bajas y reducir el uso de sistemas de climatización, logrando un mayor ahorro energético y, por ende, disminuyendo las emisiones de CO₂ asociadas a la generación eléctrica.
Por otro lado, con la implementación de esta solución de enfriamiento pasivo, no solo se logró un menor sobrecalentamiento del edificio, sino también reducir el temido efecto isla de calor, un fenómeno habitual en los centros urbanos donde, debido a la actividad humana, se registran temperaturas significativamente más elevadas que en zonas rurales circundantes.
Y es que, el resultado de emplear Isodeck PVSteel fue un edificio más eficiente y alineado con los objetivos de la arquitectura de bajo impacto ambiental.
Un panel sándwich de alto rendimiento
Por lo tanto, diseñar una cubierta es una decisión crucial que afecta al bienestar de los usuarios, pero también al entorno. En definitiva, contar con Isodeck PVSteel de Isopan significa elegir un panel sándwich ideal para nueva construcción y rehabilitación de cubiertas en proyectos industriales, comerciales o públicos, y garantizar la máxima eficiencia energética y durabilidad (con garantía de hasta 20 años).
